Hace quince días se habló de la
soberbia, ahora es el turno de la avaricia,
otro pecado o desviación a la que se
puede enfrentar un desarrollador.
AVARICIA
Avaricia se refiere al “Deseo por
acaparar riquezas”. Ahora bien, hablemos de la empresa como el ente que permite
la existencia de los proyectos a través de toda su infraestructura, su
posición, su nombre, sus contactos, sus líderes…
Todo ello provoca de alguna forma que existan los proyectos. Entonces, ¿Cuáles serían las riquezas de un Proyecto de Software? Más aún ¿Cuáles las de una empresa que ejecuta Proyectos de Software?... Estoy seguro que ya lo adivinaron, conceptualicémoslo: ubiquemos el término “Mano de Obra”, que en una Maquiladora será la Sangre que permite que todo el organismo funcione, la mano del obrero que hace las pequeñas partes que van generando un Todo, un producto terminado. Sin “Mano de Obra” no puede existir la “Obra”; la mayoría somos ingenieros, otros técnicos, algunos licenciados, en la escuela no hicimos “Manualidades”. Todas las enseñanzas, todo el conocimiento, todas las tareas, nos exigían un área específica de habilidades: analizar, pensar, utilizar y resolver; es decir, utilizar nuestros recursos y capacidades mentales. Entonces la base de nuestra empresa de software se llamará “Mente de Obra” y sus riquezas serán todas aquellas ideas y procesamientos mentales que se materializaron o más bien “virtualizaron” en algún software. Si quieren analizar más a fondo el concepto de “Mente de Obra”, le pueden preguntar a su buscador favorito.
Todo ello provoca de alguna forma que existan los proyectos. Entonces, ¿Cuáles serían las riquezas de un Proyecto de Software? Más aún ¿Cuáles las de una empresa que ejecuta Proyectos de Software?... Estoy seguro que ya lo adivinaron, conceptualicémoslo: ubiquemos el término “Mano de Obra”, que en una Maquiladora será la Sangre que permite que todo el organismo funcione, la mano del obrero que hace las pequeñas partes que van generando un Todo, un producto terminado. Sin “Mano de Obra” no puede existir la “Obra”; la mayoría somos ingenieros, otros técnicos, algunos licenciados, en la escuela no hicimos “Manualidades”. Todas las enseñanzas, todo el conocimiento, todas las tareas, nos exigían un área específica de habilidades: analizar, pensar, utilizar y resolver; es decir, utilizar nuestros recursos y capacidades mentales. Entonces la base de nuestra empresa de software se llamará “Mente de Obra” y sus riquezas serán todas aquellas ideas y procesamientos mentales que se materializaron o más bien “virtualizaron” en algún software. Si quieren analizar más a fondo el concepto de “Mente de Obra”, le pueden preguntar a su buscador favorito.
Es así que las riquezas de un proyecto
pertenecen en realidad a la empresa. Estas riquezas están conformadas por los algoritmos
codificados, los análisis documentados, los diseños diagramados, las soluciones
encontradas, y todo aquello que se genera en la mente de los técnicos que
ejecutan el proyecto. Es el trabajo generado de nuestra creatividad, de nuestro
conocimiento, de nuestra investigación, de nuestra capacidad y de nuestra
experiencia. Pero si todo es nuestro, si todo es mío: “¿por qué compartirlo?”, si
es mío, si fue mi mente quien lo resolvió, quien lo produjo, “¿por qué se lo
doy a la empresa?”, es más “¿qué hizo la empresa, me pagó?” Mi algoritmo
equivale a una riqueza mucho mayor a lo que me pagó, “¿o no?”. “Es mío, es…es,
Mi Precioso”. “Es mío y no lo compartiré con nadie, no le pondré comentarios al
código y la parte que es más valiosa todavía, la meteré en un pre-compilado y
sólo yo sabré como utilizarla, siiiii”. Si algo como lo anterior ha pasado por
tu mente, deberás comprender que estás en un error y que necesitas proceder con
mucha Generosidad como virtud, para
compartir lo que consideras tuyo.
Considera en primer lugar que tu
algoritmo no hubiera existido sin el reto que se presentó; reto que atiende
alguna necesidad específica de un proyecto; proyecto que consiguió la empresa
con algún cliente; cliente que decidió dar el proyecto a la empresa por la
experiencia que ésta posee, por sus referencias, por su metodología. Fue
entonces la empresa quien te permitió fabricar esa riqueza. Pero vamos matando
la ilusión por completo, te puedo asegurar que una buena parte de tu algoritmo
lo sacaste de “Internet”, no digo que lo copiaste, sólo te ayudaste un poco,
otra parte se generó utilizando algún Framework, y como estoy seguro que no
desarrollas en código máquina, tuviste que utilizar algún lenguaje de alto
nivel que lo facilita todo. Así que tu riqueza, tú “Precioso” está fabricado con
las riquezas de otros que sí supieron compartir, así pues, tu “Mente
de Obra” debe aportar lo necesario para producir el proyecto. Regresando
a la Analogía, pensar que un código es nuestro porque salió de nuestra “Mente”,
es como si un obrero de una maquiladora pensara que un producto es de él porque
salió de sus “Manos”, cuando en ambos casos, la materia prima fue proporcionada
por la empresa y el ensamble se hizo con las herramientas propiedad de la misma
empresa.
Algunos problemas que la avaricia por
“nuestros” productos de trabajo, puede generarle a un proyecto serían:
- Problemas de Mantenimiento: Si una persona no fabricó su código con la intención de que cualquier otro pueda entenderlo y modificarlo, el mantenimiento al código será imposible.
- Dependencia de Recursos: Si un recurso codifica para sí mismo, todo el proyecto dependerá de su participación y una falla de cualquier tipo se propagará a todo el proyecto sin poder evitarlo (retrasos, defectos, etc.).
- Soluciones Olvidadas: Una solución fabricada con avaricia funcionará una vez en determinado proyecto y nunca más se utilizará.
En conclusión, seamos Generosos con la Empresa que nos
permite mejorar como desarrolladores, ofrezcamos soluciones integrales, bien
documentadas y utilicemos los lineamientos establecidos para que cualquier otro
desarrollador de la empresa (y que por tanto trabaja bajo estos lineamientos),
pueda dar mantenimiento o continuidad a nuestra codificación, no importa que
tan “buenos” seamos respecto a los demás o que tantas “riquezas” podamos
fabricar, si nos enfermamos u ocurre cualquier siniestro, el proyecto se
detendrá si actuamos con Avaricia en
nuestra codificación.
Este fue el segundo pecado
capital, faltan otros cinco, espera la próxima publicación dentro de 15 días.
¡Hasta la próxima!
Armando Olmos
Director de Producción
Dawcons
Director de Producción
Dawcons
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