lunes, 19 de agosto de 2013

Los Pecados Capitales del Desarrollador - Gula y Lujuria



Ahora es el turno de los últimos dos pecados o desviaciones, la “gula” y la "lujuria", Armando Olmos, Director de Producción de Dawcons con más de 11 años de experiencia en el área de Desarrollo de Software, nos presenta las consecuencias que conllevan en un proyecto, así como la manera en la que se pueden atacar por medio de una virtud para lograr una conciencia más orientada a objetivos.


GULA Y LUJURIA





















En esta ocasión revisaremos los pecados de la Gula y la Lujuria, que a diferencia de lo que muchos esperan leer, no se trata de páginas Web prohibidas que puedan visitar, ni de la cantidad de comida chatarra que (como informáticos) nos da por consumir. Abordaremos la Gula para describir ambos pecados, pues los dos tratan del deseo desordenado por aquello que nos da satisfacción o placer. Ambos corresponden también a los instintos bajos, aquellos que son producidos del estómago hacia abajo. Las organizaciones religiosas han diferenciado ambos ilícitos morales por el tipo de satisfacción que ofrecen, la comida y bebida (Gula), y los placeres sexuales (Lujuria). Entre ellos se abre un abismo de posibilidades pecaminosas. Para nuestra lectura abordaremos ambos pecados de una sola vez, a través de la Gula.  

Así pues, la Gula es un deseo desordenado. Haciendo la analogía con los proyectos, identificamos que en éstos hay objetivos, cumplirlos es el camino correcto y es correcto desear cumplirlos.  El deseo no es lo que genera el pecado, sin embargo, este impulso debe ser ordenado y atendiendo reglas. Un deseo desordenado por alcanzar objetivos sería aquel en el que las reglas son perdidas de vista  y por lo tanto las actividades se llevan a cabo de forma desordenada e impulsiva.  Como desarrolladores, analistas o testers, nuestra actividad nos da mucha satisfacción: nos da gusto y emoción terminar ese algoritmo tan complicado, nos da satisfacción concluir un análisis o unas pruebas que liberan el proyecto o la fase. Sin embargo, si ejecutamos estas actividades de manera desordenada y con el único objetivo de satisfacer esa necesidad intelectual, sin cuidar la manera en que se ejecuta, podríamos caer en descuidos de calidad, de insumos de tiempo y en descuidos a otros compromisos igual o más importantes. La Gula nos podría generar muchos problemas, entre ellos una adicción a los retos. Nos convierte en los mejores para resolver algoritmos complejos, pero los peores para cumplir compromisos. Esto provocaría que dejásemos de ser confiables y por lo tanto, útiles al proyecto.

Hay que dar siempre el mejor esfuerzo en todas las actividades que nos asignen, no importa si es la más simple o la más retadora, hay que ser conscientes de las reglas y procedimientos para cada ejecución y no perder de vista ni el objetivo ni el proceso para lograrlo. La virtud que nos permitirá luchar contra la Gula es la Templanza, que se refiere al nivel de dominio que se tiene de la voluntad sobre los instintos o impulsos. Debemos tener la voluntad de hacer las cosas de la manera correcta y mantener los deseos en los límites de la honestidad. Los proyectos requieren de nuestro compromiso y nuestro deseo por cumplir sus objetivos, pero también requieren que cada acción se ejecute con templanza para asegurar la calidad de los entregables.

Los posibles problemas generados por Gula en los proyectos serían:
  • Mala calidad en la ejecución de procesos y un PPQA con muchas “No Conformidades”.
  • Un producto de mala calidad.
  • Desatención a compromisos.
  • Displicencia en actividades simples por deseo de atender sólo las complejas.
  • Consumir más tiempo del estimado, agregando funcionalidades no requeridas por el deseo de hacerlo.

Hay que saber identificar cuando estemos perdiendo la Templanza en nuestro actuar, para enderezar el camino y cumplir tanto con el objetivo, como con el proceso correspondiente, sin dejarnos llevar sólo por el deseo de resolver el requerimiento y obtener  satisfacción intelectual.

Éste fue el último de los Pecados Capitales del Desarrollador, espero hayan logrado alguna reflexión y con ello procuren mejorar continuamente en su actividad diaria como actores importantes de una empresa de desarrollo de software a la medida. En las siguientes ediciones de las Historias del Software, plantearé situaciones reales, un poco dramatizadas, comunes en la industria del software, experiencias por las que ha pasado Dawcons.


Armando Olmos
Director de Producción
Dawcons

1 comentario:

  1. Armando muchas gracias por tu aporte, precisamente hoy estaba dictando una conferencia sobre los pecados capitales. Compartire el proximo domingo tu articulo.

    Felicitaciones muy buen trabajo

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