
Cada día son más las
empresas que deciden mejorar la calidad de sus productos, apuntando a la
satisfacción de sus clientes. Sin duda, esto no es una tarea fácil, es
necesario el desarrollo de una cultura orientada a la mejora continua, la
definición e implementación de procesos, la participación del personal, el
trabajo en equipo y el apoyo de la Dirección.